Parches de silicona reductores de cicatrices
Se trata de una lámina adherente, un apósito delgado y flexible, laminado, cubierto con un gel de silicona con microadherencia selectiva. Sirven tanto para el tratamiento de antiguas como nuevas cicatrices hipertróficas y queloides e incluso se puede usar como método preventivo en heridas cerradas para prevenir su aparición.

El apósito puede cortarse para obtener el tamaño adecuado debiendo cubrir un centímetro más como mínimo de la cicatriz a tratar. Puede llevarse durante las 24 horas del día pero debiendo retirarlo para revisar la zona y limpiar la piel, pudiendo volver a utilizarlo.
Puede reutilizarse el mismo por un periodo máximo de una semana o antes si las propiedades adherentes se han visto mermadas. Estos apósitos son resistentes al agua.
Si durante el uso apareciese maceración de la piel, erupciones o irritación se debe cesar en su uso hasta que desaparezcan esos problemas y vuelva a verse la piel sana. Si persistieran se debe consultar al profesional sanitario.
Características de los parches de silicona reductores de cicatrices
La silicona de los parches reductores de cicatrices provoca un aumento de la hidratación de la capa más externa de la piel (el estrato corneo) lo que contribuye a reducir una excesiva formación del colágeno que hace que aumente el grosor de la cicatriz.
A su vez, los parches de silicona reductores de cicatrices provocan un efecto oclusivo sobre la herida que evitará la pérdida excesiva de agua transepidermal y la electricidad estática de la silicona orienta el colágeno. La presión que ejerce el parche sobre la herida impide que la cicatriz crezca sobre la superficie de la piel.
El tratamiento con los parches de silicona reductores de cicatrices debe comenzar una vez la herida esté cerrada y se recomienda realizarlo durante 2-4 meses.
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