Apósitos terapéuticos de Plata (Ag)
Los apósitos cumplen una función fundamental en aislamiento, protección y cicatrización de diversos tipos de lesión, siendo casi innumerables los indicados para cada necesidad. Lo que ha de quedar bien claro es que es decisión exclusiva del profesional sanitario la elección del tipo apropiado (con reborde, de plata, silicona, adhesivo o no, de alginato, etc.) para cada tipo de lesión.
El apósito de plata está indicado por su poder antimicrobiano, ya que la plata inserta destruye un gran número de bacterias (Pseudomonas aeruginos a, Staphylococcus aureus, Streptococcus B-hemolítico) de la herida y absorbe el exudado manteniendo un nivel húmedo que ayuda a eliminar el tejido necrótico y a crear un mayor proceso regenerativo coadyuvando a la cicatrización e impidiendo el riesgo de infección. Existen distintas formas de apósito según la localización de las lesiones (sacro, talón, etc.) y diversos tamaños según la extensión de la herida a tratar. Las versiones no adhesivas se emplean sobre todo en personas o zonas con piel frágil y sensible para evitar el riesgo de irritación al no llevar adhesivo en su composición. Como es lógico hay que descartar siempre su uso en personas sensibles a la plata para evitar indeseables reacciones alérgicas que podrían empeorar aún más la lesión

Los parches de plata (Aquacel Ag, Biatain Ag… y otros) están indicados en:
- Heridas infectadas o con riesgo de ello
- Úlceras vasculares y por presión, exudativas y con presencia o riesgo bacteriano
- Lesiones de lenta cicatrización debido a bacterias
- Quemaduras de segundo grado para disminuir el olor desagradable de las lesiones
- Úlceras de pie diabético
- Heridas quirúrgicas, de traumatismos o desbridadas
- Heridas oncológicas exudativa
Las recomendaciones para su utilización incluyen una lavado de la herida (con suero fisiológico estéril o agua libre de pirógenos. Nunca con hipoclorito sódico o peróxido de hidrógeno), el perfecto secado de la zona circundante con gasa estéril y la aplicación -de manera aséptica- del parche, que ha de recubrir unos centímetros más de la herida. Si el apósito no es adhesivo, éste se ha de fijar con un apósito secundario, cinta adhesiva hipoalergénica de fibra sin tejer o bien con un vendaje compresivo ligero (venda elástica tipo crepé o vendaje elástico tubular).de manera periódica se debe inspeccionar la lesión retirando el apósito exterior y observando que el de Ag no haya perdido efectividad por tener filtración excesiva de exudado, sangrado, incremento del dolor o después de los días de efectividad antibacteriana (por lo general siete, como máximo). Una recomendación importante es que los apósitos fijados en la zona del sacro deben retirarse siempre desde arriba hacia abajo para así minimizar el riesgo de diseminación de bacterias.
Un aspecto a indicar es que estos apósitos pueden ocasionar una ligera decoloración del lecho de la lesión, debido a la oxidación del componente argéntico, pero de manera transitoria que puede eliminarse con el lavado suave pero minucioso de la lesión.

Los apósitos de plata son compatibles con exploraciones de scanner y resonancia magnética (RM) -hasta Tesia3- pero los laboratorios fabricantes recomiendan su retirada en exploraciones de RX, ultrasonidos y micro-ondas.
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