Apósitos medicamentosos / térmicos contra el dolor
Existen en el mercado, en farmacias y parafarmacias, diversos tipos de apósitos o parches adhesivos para aliviar el dolor muscular, la rigidez y el espasmo que actúan por medio del calor que producen y así tienden a reducir la sensación de dolor en la zona de aplicación al incrementar el flujo circulatorio debido a la dilatación de los vasos sanguíneos. Lo que unido al confort relajante, la reducción de la tensión muscular, el incremento de la movilidad y, en contrapartida, los escasos efectos adversos que pueden ocasionar los hacen altamente recomendados por sanitarios y fisioterapeutas y muy utilizados por los que sufren de los citados dolores musculares, articulares y de espalda.
De este tipo de apósitos podemos distinguir dos variedades: los que utilizan en su composición capsaicinoides (pimientas) y los que actúan a través de la reacción química que producen sus componentes.

Apósitos térmicos de cápsicum y agentes similares
Su componente principal es el extracto de pimienta de cayena (capsicum frutescens u otros análogos con capsaicina) que están incorporados a aceites esenciales aplicados sobre una lámina de tela a base de poliéster y celulosa. Este tipo de apósito está especialmente indicado para los dolores de tipo musculo-esquelético (cervicales, hombros, dorsalgias, lumbago) tan frecuentes al mantener posturas no correctas en el trabajo y en casa o al efectuar algún gesto o levantamiento de cualquier peso -a veces, aunque sea insignificante- o torsiones y sobreesfuerzos.
Es tan común este tipo de dolores que en algún momento de nuestras vidas casi la totalidad de población lo padeceremos aunque, es cierto, que diversos factores (embarazo, procesos degenerativos de columna, falta de ejercicio, trabajos pesados, obesidad) son causa de riesgo mayor.
Estos apósitos no deben emplearse si se es alérgico al principio activo medicamentoso, si la piel de la zona del dolor está erosionada, con herida, hinchazón o calor en la articulación, dolor fuerte de espalda que se transmite a las piernas, entumecimiento y sensación de hormigueo. Como es lógico tampoco debe colocarse el apósito sobre zonas en las que se haya aplicado pomadas, cremas, espráis y geles antidolor o contra la inflamación (hay que dejar pasar al menos 12 horas), ni utilizar conjuntamente con la almohadilla eléctrica calefactora.
Los parches o apósitos pueden estar colocados entre 4 y 8 horas como máximo, dejando pasar un intervalo de al menos 12 horas hasta colocar el siguiente y no debe sobrepasarse el uso de los mismos más de una semana.
El componente que incorporan suele causar leve enrojecimiento de la piel que forma parte de la acción farmacológica del medicamento, al aumentar el flujo sanguíneo, pero si se produce en exceso y/o no desparece al poco tiempo de retirado el apósito, debe interrumpirse su aplicación. Solo en raros casos de severa intolerancia o alergia han llegado a producir urticaria o aparición de ampollas, casos en los que obviamente hay que acudir a consultar al médico.

Apósitos térmicos de activación por aire
Este tipo de apósitos contiene diversos ingredientes (hierro en polvo, sal y carbón) que al contacto con el aire producen una reacción química controlada. Al abrir la bolsa el hierro reacciona con el oxigeno del aire y se produce la liberación de energía y calor. La función de la sal y el carbón es actuar como moduladores y aceleradores de la citada reacción química
Al aplicarlo sobre la piel (hay adhesivos y no) la sensación de calor aparece casi inmediatamente y puede durar hasta 12 horas oscilando entre los 40 y 50ºC. Como ventaja respecto a los parches con cápsicum éstos pueden adherirse tanto en la ropa interior (si la piel es sensible) como sobre la piel de la zona a tratar.
Al igual que aquellos se recomiendan en molestias ocasionadas por contracturas musculares, lumbalgias y otros dolores musculo-esqueléticos, pero en este caso los fabricantes también los recomiendan en dolores menstruales, flemones, pinzamientos nerviosos o incluso otitis. También está indicado su uso en la práctica deportiva y de ocio (senderismo, escalada, caza, pesca, etc.) ante cualquier requerimiento por lesión o necesidad de fuente de calor casi inmediata.
Este tipo de apósitos produce un calor portátil, rápido, discreto y fácil de usar. Además de servir para molestias musculares, articulares y de espalda es útil también para proteger el cuerpo en situaciones de desequilibrio de temperatura corporal y dificultades de termorregulación.
Thermacare
Thermacare de Pfizer es un parche térmico terapéutico diseñado para proporcionar alivio del dolor muscular y articular. Está realizado en un material suave y confortable, con células térmicas que contienen ingredientes naturales (hierro, carbón, agua y sal) que se calientan cuando entran en contacto con el oxígeno del aire. ThermaCare está disponible en dos presentaciones: región lumbar y cadera; cuello, hombros y muñecas

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