Apósito o parche transdérmico de nicotina
El apósito o parche transdérmico de nicotina sirve de ayuda para que los fumadores dejen la nicotina poco a poco, siendo una gran ayuda terapéutica para la deshabituación tabáquica. Dependerá de la cantidad de cigarrillos que se fumen la elección de un apósito con mayor o menor carga de nicotina. Se utiliza adhiriéndolo a la piel y a través de las capas de la misma el principio activo es absorbido de manera continua -liberación controlada- y penetra en el torrente sanguíneo, evitando así que la persona padezca los efectos indeseables ocasionados por la carencia de nicotina en el cerebro. Fueron aprobados por la FDA de EE. UU. en 1992 y varios de ellos se pueden adquirir sin necesidad de prescripción desde 1996.

Aunque varía la denominación de los parches en cada país, los más comunes y extendidos son Nicotinell y Nicorette. Ambos existen en diversas presentaciones -de más o menos parches- y concentraciones de nicotina: 21, 14 y 5-7 mgrs. La determinación de la dosis adecuada para cada persona se basa en el número de cigarrillos fumados al día o en los resultados de un test denominado de Fagerström. Este test mide el grado de dependencia a la nicotina. Con el resultado de este test, se puede seleccionar la dosis del parche más adecuada para cada persona.
Hay que señalar que los parches de nicotina tienen como único principio activo la nicotina a diferencia de los cigarrillos que contienen infinidad de sustancias tóxicas (alquitrán, monóxido de carbono y otras sustancias cancerígenas) que es liberada lentamente y en dosis inferior a la de un cigarrillo pero suficiente para hacer liberar las endorfinas que anularán el síndrome de abstinencia.
Son poco comunes las reacciones adversas de los parches como, mareos, dolor estomacal, vómitos, diarrea, dolor de cabeza, Además por la materia adhesiva que lleva para fijarlo puede aparecer rojez o irritación de piel en el lugar de aplicación del apósito por lo que si ello ocurriera convendría cambiar de marca de parche porque el adhesivo es algo diferente en cada marca o bien decidir la sustitución por otra alternativa terapéutica (chicles, comprimidos para disolver en la boca o tabletas orales para ingerir). Nunca pegar el parche de manera continuada en la misma zona para prevenir posibles irritaciones. El apósito debe colocarse sobre una zona de piel (brazos, cadera, parte superior del tronco) que esté bien seca y libre de vello para asegurar una buena adherencia. Nunca debe colocarse sobre un área de piel irritada, enrojecida o con lesiones aunque sean leves. Siempre debe ser utilizado según las instrucciones recomendadas en el prospecto del medicamento y realizando siempre las recomendaciones de límite de tiempo de uso e ir disminuyendo la dosis en el intervalo correcto. Nunca debe repetirse de forma continuada la aplicación del parche en la misma zona ni utilizar dos parches a la vez con la idea de acelerar el proceso (a pesar de haber sufrido el olvido de alguna dosis).
Se debe consultar al médico antes de utilizar el parche de nicotina si se padecen alteraciones cardíacas o vasculares, hipertensión, diabetes, hipertiroidismo, insuficiencia renal o hepática grave, úlcera de estómago (de igual forma que también está contraindicado fumar padeciendo alguna de estas patologías).
Los apósitos deben estar fuera de la vista y alcance de los niños ya que la dosis adecuada para adultos puede producir una intoxicación grave, incluso llegar a ser fatal en niños pequeños por lo que se recomienda tener especial cuidado con los parches (tanto usados como sin usar) para evitar accidentes en el hogar.
El tabaco durante los meses de gestación y lactancia
La mayoría de las mujeres sabe que fumar durante el embarazo puede generar ciertos problemas, como inducir un aborto o avanzar el momento del parto. También se han registrado alteraciones en el feto por culpa del tabaco, como nacer con peso inferior, retraso del crecimiento y desarrollo, sufrir ciertas anomalías congénitas o padecer muerte súbita en los primeros días. Los estudios han dejado claro que los parches de nicotina tampoco se deben aplicar durante el embarazo debido a que la nicotina podría ayudar a desencadenar defectos cognitivos relacionados con la audición de los recién nacidos. Lo ideal es que la embarazada intente dejar de fumar sin utilizar ningún tipo de medicación. Si no lo consigue, puede que se le recomiende su uso como soporte, ya que el hecho de seguir fumando durante el embarazo puede suponer mayor riesgo para el feto que la utilización de medicamentos con nicotina en un programa controlado para dejar de fumar. La nicotina -como se ha indicado ya- supone un riesgo para el feto, y por lo tanto la embarazada fumadora sólo debe tomar este medicamento en el caso de que el médico se lo recomiende. La nicotina pasa a la leche materna en cantidades que pueden afectar al bebé, por lo que las mujeres en periodo de lactancia deben evitar fumar y tomar medicamentos con nicotina. Si usted no ha sido capaz de dejar de fumar, es preferible que utilice los chicles medicamentosos o los comprimidos para chupar que los parches.
En cualquier caso, sólo debe usarse durante la lactancia si el médico se lo recomienda.
Respecto a su eficacia aun no hay datos concluyentes pero los investigadores han encontrado que son más eficaces que el placebo y que los chicles de nicotina y que el efecto es mayor si se usan con métodos conductuales y fármacos antagonistas de la nicotina como la mecamilamina y la naltrexona así como con el antidepresivo bupropion.
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